de Miguel Ramos
Hoy platiqué con mi pasado y me dijo:
¿Qué hay del presente?
A lo que contesté:
- Se encuentra planeando el futuro
Y de tu futuro que me puedes contar?
- Nada porque todavía no existe. Solo puedo decir que en la medida que se construya, podrá apreciarse cómo se erigirá, con o sin problemas.
Y que tan seguro estás de ello?
- Tan seguro como saber que todo lo platicado hace un momento ya es parte de ti, es decir pasado, y como ya no es posible modificarlo, quizá sea una buena oportunidad para tratar de analizar si lo que se aprende de ti es lo mejor.
Y que es lo mejor?
- Lo mejor es tomar de ti lo positivo y de lo negativo tomar providencia para no perecer en tus brazos, aunque ser positivo a veces implique el enfrentarse a uno mismo poniendo a la luz sus incontables carencias.
Hoy platiqué con mi pasado y descubrí que mi peor enemigo fue la falta de decisión , el coraje se tenía pero no así la convicción , muchas cosas se dejaron ir por el miedo a plantar los pies ante un sin fin de situaciones adversas, al final por más vueltas que se le trate de dar a un problema siempre el camino del espejismo que creamos para evadirlo, nos llevará al mismo punto de tenerlo frente a frente; engañarse a uno mismo solo hace más fuerte al momento difícil, si aún así se acepta , puede comprimir nuestra alma hasta exprimirla.
Hoy platiqué con mi pasado y pensé en todo lo que me había dicho , hecho ver y otorgado , la visión de este día con el horizonte abierto para decidir con su sabiduría como construir un presente y proyectar un futuro de forma y fondo estilizado o simple , complejo o sencillo y dar pasos firmes hacia la libertad interior que siempre se ha tenido a la mano y nunca se ha querido tomar.
Hoy platiqué con mi pasado todo lo que tenía que hablar , no hubo reproches , no hubo comentarios , y después de apretar los labios en señal de impotencia , sin opción alguna más que seguir adelante, tuve entonces en su sabiduría, una experiencia más que contarle a mi presente , y fue entonces cuando decidí comenzar a hablar con él por primera vez después de 41 años antes de que se convirtiera en pasado, porque siempre le rehuí, soñando en un futuro que por sabido era y será siempre incierto, con sus limitadas o ilimitadas condiciones, que un presente sin dirección o con ella puede darle, después de la catarsis, simplemente, un silencio que en ese momento me regreso a comenzar de nuevo, convirtiéndose en un solo instante en pasado…..
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