29 julio 2008

Necesitas ayuda?.....


de Miguel Ramos

…..Karla jadeante se desplomó junto al poste de luz frente a su antigua casa, no resistía ver a Enrique tranquilo después de dejarla…..1997, Autopista MEXICO – CUERNAVACA, KM 55 llanta ponchada, locales comerciales abandonados, sin teléfono, gato y refacción. Una luz deslumbró; Escote al esternón, prominente, pechos opulentos…..comenzó el flirteo….. - ¿Necesitas ayuda? - el ofrecimiento – Que pena pero si!!!!! - la aceptación, de ahí a la estación de servicio más cercana. Detalles: Falda abierta, sin la más leve señal de la presencia de una panti, ; descubierto el reojo, botones al aire, Mirador solo, sin resistencia, acabaron en Acapulco. Los meses siguientes vividos al límite, a ver a donde y hasta donde. El cuento del jamás me cansaré de ti, la llave para lograr la revolcada y desatar la lujuría a placer. Después la necesidad, la obsesión de respirar boca a boca y ver atravez de los mismos ojos, los llevó al altar, al fin eran dos sueldos, dos autos, dos casas, dos vidas, pero a donde fueran una sola cama. La obsesión cambió a posesión y la respiración boca a boca cambio de lugar, a la incomodidad de la oreja, la plática se transformó en interrogatorio y las caricias cambiaron por golpes….. - no puede ser de nadie más – se repetía una y otra vez - con quien habla?, quien lo escucha?, quien lo entiende? – ahhhhhhhhhhhhh!!!!! – gritaba de cara a la lluvia que arreciaba con un viento fuerte y helado…..los primeros años siguieron con la misma intensidad del Acapulcazo, con el compromiso de lado, con la mirada puesta en todo menos en ellos en divertirse, gozar y no engancharse; cabe la redundancia, perdieron de vista lo que iban perdiendo. Los juegos de tomarse en la cocina, en el pasillo, en el carro, tras los arbustos del jardín, se fueron extinguiendo, dejaron de ser divertidos, junto con la falda abierta y el escote se fueron quedando en el closet, la cordura y la mesura, como cuando se avienta a ese fondo oscuro el juego de mesa que ya no entretiene.

Después de varios años la situación cambió, lloraba de rabia pasados apenas 5 minutos después de la hora de la llamada habitual o de llegada; buscaba manchas en la camisa, olores diferentes, movimientos nuevos en la cama, palabras, si abría o cerraba los ojos al besar y un sin fin de situaciones; el hastío, lo hueco de muchas lunas sin extásis fue moldeando los gestos, la cercanía, el impetú por devorar desapareció junto con el apetito, primero un pellizco fuerte, un voltearse a la pared, después, la cena fría, el sarcasmo, la humillación – para la mísera limosna que ganas, ni el tamaño de tu pene lo compensa!!!!! - , poco después el calificativo de la mísera cambio por el de la pinche y el pene por el apelativo de tu chingadera, luego, el primer golpe, el vigilarlo dormido desde la puerta, esperando escuchar el nombre de otra, el sentirlo frágil para controlarlo, varias veces lo despertó su presencia, su hostigamiento, pero lloraba, pedía perdón y por arte de magia al levantarse nuevamente su majestad tomaba el mando del reino; luego en gráficas : el primer aviso, la puerta rota a patadas, el segundo el celular por la ventana haciendose añicos en el suelo, el tercero la ropa hecha trizas a tijeretazos, el cuarto, un florero estrellandose en la puerta, todo desde que consiguió ese trabajo…..la noche del último ataque la acorraló su sed de control, - ah de estar con otra pinche vieja!!!!!, pues que no lo lleno?, - dirigiendosé al espejo – contestame, coño!!!!!, que ves!!!!!, mira estas bolas, te gustan!!!!!, contéstamente, hijo de la gran…..la silueta de Quique la detuvo antes de quebrarlo, inmóvil ante el aspecto del rimel corrido por las lágrimas contempló como rodaban directo a su boca terminando de salarsela; La botella de colonia quedo colgando de su mano…..sin respirar…..mirada al niño, mirada al espejo, al niño, al espejo, al niño, ….. - que veeeeesss!!!!!, vete a tu cuarto!!!!! – Quique impávido – Con una ch…..a tu cuarto te dije!!!!! – el niño corrió, no por el grito de la mamá sino por la pedacería de vidrio que brincó por todas partes al romperse el francés de cuerpo entero; Karla se desplomó de rodillas, bajo un riachuelo de sangre que corrió justo al instante de hacer contacto con el suelo; La mirada perdida, desafocada y sin brillo revelaba su estado demencial; rasgó el piso, se quebró dos uñas y sin advertir dolor caminó hacia la terraza al escuchar el motor del auto que arribaba, se limpió con la cortina y señalando con mano firme, sin despegar la mirada de Enrique, reingresó al pequeño a su cuarto, esta vez Mamá no jugaba. Bajó media escalera, se detuvo en el barandal, y en medio de la oscuridad lo esperó, lo raro?, un destello extraño sobresalía de su mano. La puerta se abrió ayudado por una fuerte y gélida ráfaga de viento….. – Karla? - preguntó una voz desangelada – porque no hay luz? - …..silencio….. – Karla?, Quique?, están en casa? - un rastro de sangre señalaba el camino a la cocina – pero que sucedióóóóó? Karlaaaaaaa!!!!! – un golpe de tajo salido de la penumbra le hirió el brazo haciendolo rodar de media escalera – pero porque? estas loca? – desesperado buscó al niño – Quiqueeeee!!!!! Encierraté y no salgas!!!!! – un portazo, Karla asomo el rostro desmaquillado, perdida con cuchillo en mano – Donde andabas? – tono dulce e irónico - En el trabajo – contesto asustado mientras trataba de apretar la hérida para parar la hemorragia – Y porque tan tarde? – preguntó mientras golpeaba la palma de la mano con la hoja de acero – Pero si son las 20:30, por Dios!!!!! – suplicó tratando de ahogar el dolor – Por Dios? Ahora si lo llamas?, cuando te revuelcas con esa perra te habías de acordar!!!!! – sonrisa sarcástica – pero llego temprano – sollozando – No es necesario que me engañes de noche, los moteles abren las 24 horas, papacito, muaaaaa!!!!! – y cerrándole el ojo se le abalanzó al momento que su hermana llegaba por la puerta trasera del jardín justo después de recibir la llamada de su sobrino en la casa de al lado – Karlaaaaaa nooooooo!!!!! – la sujetó y la tiró contra el piso, era el doble de gruesa de su hermana y la sometió sin problema mientras Karla fuera de si, pataleaba y se contorsionaba – Enrique, vete a mi casa con el niño, ya llamé una patrulla – pero!!!!! – NADA, LARGATE ya!!!!!.....Todo pasó. Karla logró zafarse y salió corriendo. Al forceajear con Lola se llevó un corte debajo de las costillas, no pudo contenerla era demasiada adrenalina la que la movía, el eco del largate ya, quedo desde entonces atrapado en su cabeza…..porque? solo ella lo sabía y su silencio era doloroso…..

Karla tenía todo lo que una ejecutiva de nivel desearía excelente cuerpo (4 poderosas razones), un poco de porte, buena ropa, buen verbo, carisma pasional y claro, algo de inteligencia que a falta de, en lapsos, era sustituida por todo lo anterior. No había tiempo para sentarse a la mesa al pan con café, a platicar de otra cosa que no fueran su trabajo y su mundo ideal de la oficina y los clientes, pero su capacidad de organización para cuando alguna labor se presentaba o el niño lloraba en la madrugada, era sorprendente, siempre se las arreglaba para que coincidentemente cada evento fuera turno de Enrique. Lola observaba desde la habitación contigua, vivío una temporada para apoyar al cuidado del Bebé mientras el cumplía con su trabajo de medio turno.Se sentía aliviado con ella, les lavaba, cocinaba y limpiaba, pero las reglas del juego no le parecían del todo justas. Enrique se esforzaba, ganaba poco más de la mitad de Karla y pagaba peaje por ese pequeño pecadillo de diferencia en pesos, ella afamada, querida y asediada ya no volteaba a ver a menudo ni por encima del hombro al que compartía su cama, ya habría tiempo después cuando la estabilidad económica y emocional pudieran tomarse de la mano.
Enrique era diferente a todos los pretendientes de Karla, la lista era inumerable y ocasional, la relación más larga duraba 3 o 4 fines de semana en distintos puntos de la República y todo cambiaba hasta que un juguete nuevo se cruzaba por su camino, Lola era diferente, con el mismo impulso hormonal pero con el instinto controlado, veía más hacia el interior de las personas le gustaba leer, cultivarse, entregarse pero no a la aventura desde que vió a Enrique se olvidó de todo, de la tradición de haber sido casada a la fuerza lo que había generado su divorcio pero a Dios gracias sin niños que afectar. Se daba perfectamente cuenta de todo lo que sucedía y de las ligerezas de Karla que abusaba al aportar la mayor cantidad de dinero a la casa. Tirada en el suelo después del altercado, retomaba en silencio la historia : ….. “La primera separación fue desgastante, las coplas de la tonada : ya no me interesas como hombre, eres un aburrido, no me entiendes, no me haces sentir mujer, te veo como a un gran amigo, no siento nada cuando me tocas…..pero claro que si comparan las 10 veces por semana que lo hacían, contra 1 al mes, debe haber notado algo de diferencia , si con su mejor amigo sentía plenitud – se decía – que le dará que a pesar de tanta cosa regresa?, a pesar de tanta humillación lo tiene a sus pies?, será sano? el niño es el que más me preocupa, no se cuantas cosas haya visto u oído, ojala hubiera sido mío…..pero no fue así…..se levantó y caminó hacia la parte de atrás del jardín que conducía a su casa, tenía que ver al niño y a Enrique …..


Un policía tocó a la puerta. Lola agitada. Se encontraba en disyuntiva. Enrique y el niño estaban bien, se arregló el cabello y subió el picaporte – Buenas noches, de aquí llamaron solicitando apoyo? – preguntó acomodándose la gorra - está todo en orden? – Lola quedo impávida por un segundo – Fue una falsa alarma oficial, creímos escuchar una trifulca de pareja y por eso llamé – dijo al sumir los hombros – Hay alguién más con usted? – cuestionó mientras trataba de advertir algún ruido o movimiento dentro de la casa – No, estoy sola y realmente apenada por hacerlos venir hasta aquí – el policía insistió – Señora si no puede hablar, hagame una seña o escribalo en un papel – musitó en voz baja, mientras quitaba el broche a la funda de la pistola, Lola terminó la conversación – No es necesario oficial todo en orden, disculpeme estoy cansada y necesito un buen baño, buenas noches – inmediatamente corrió al estudio donde Enrique terminaba de limpiar la herida – Te ayudo? – preguntó al tomarle la muñeca – Inyectame un poco de anestesia en lo que me suturo – Quique en profundo sueño. Respiraba exhaltado. En posición fetal. Un semblante intranquilo marcado de miedo. Agazapado. trenzado de sus regordetas manos. Lola vivía reprimida sexualmente, al ver a Enrique, sentía calor por todo el cuerpo, era una sensación extraña llena de ansiedad y de angustia, debatiéndose entre seguir callando o gritar su desdicha a los cuatro vientos. Siempre fue la preferida de sus padres, obvio, su naturaleza servicial, cándida, atenta, sin lujo de lambisconerías, más existía un pero, siempre quedaba opacada por el brillo de la hermana, de sus intrigas, de sus quejas, su desorden social y emocional. Era demasiado. Era insoportable. Enrique había traído una luz. Era un fruto prohibido, por eso cuidaba bien los detalles, suspiraba en silencio y justificaba los desvíos de su moralidad en el sin fin de desplantes que su hermana le propinaba continuamente. Por fin terminó la sutura – Quedo bastante bien no Lolis? - Lola regresada de inmediato a la tierra contesto sobresaltada – Ah si, si, muuy bien – Enrique la miró extrañado – Te sientes bien? – de inmediato – Claro , si – Le tomó las manos heladas y buscó su mirada – Gracias, de verdad esto fue lo último – y la abrazó. Lola quería que ese momento fuera eterno, suyo, podía y no expresarle ese amor tan grande que le profesaba sin que se diera cuenta porque el sollozo de Enrique necesitaba cobijo. El dolor hizo efecto, Enrique no era tonto veía todo claro, no se había marchado porque la necesitaba cerca; Fundieron su amor secreto en un profundo beso ignorando por completo el recato , haciendo estallar la pasión sin tener que gritarlo al mundo entero; La duela no fue suficiente para dar cabida a su desenfreno, le arrancó la ropa la llenó de besos, exploró con el satin de sus dedos palmo a palmo cada uno de sus secretos, lloró de amor, estalló. La tomó, una, dos, tres veces. No había límites, bajó , subió, montó, reparó. Quique roncaba agotado perdido, llovía, era el marco perfecto, pero, por la ventana entre el cabello húmedo y el agua sobre el cristal corriendo, una mirada de muerte que enfureció al descubrirse el misterio. Si, Lola era a quien tanto temía, no a la seguridad de Enrique, mucho menos al empleo, ni a verlo fuerte, cada caricia la advirtió de lejos, cada sonido la destrozó por dentro. No podía gritar. Lloraba de rabia. El exceso de ira extinguió la venganza…..se tiró hacia atrás, clavó el cuchillo en el pasto, y al bajar la cabeza sintió en la sien un arma – desé por presa!!!!! – miró a los enamorados, su hijo no podía tener mejor destino, en dos movimientos desarmó a su captor y terminó con todo, se quitó de en medio, su último pensamiento: Autopista MEXICO – CUERNAVACA, KM 55, - ¿Necesitas ayuda? - el ofrecimiento – Que pena pero si!!!!! – perdón Enrique, te libero…..

…..Es raro que un niño pequeño no pregunte por la madre ausente, sobretodo porque es la que invierte mayor tiempo en acompañarle o acompañarse de él, para Enrique fue desgastante …..



Registro de Autor : 03-2006-031713105000-01

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